El título de este post plantea un contrasentido y una paradoja insalvable porque, en sentido estricto, no existen ni empresas ni marcas sin marca. Podríamos decir que el branding es una disciplina en la que caben todas las posturas y todas las marcas son marca. Si una empresa se propusiera no tener una marca, estaría construyendo su (paradójica) identidad, esto es, el hecho de no tener marca: la no-marca. Evidentemente, incluso los posicionamientos más radicales acaban teniendo, como vemos, una identidad inscrita en su propia negación. Leer más