Primark y World Press Photo en una misma moneda

Más que el producto de un plan establecido, la visita en el mismo día a World Press Photo y a Primark debería ser consecuencia de una praxis de la deriva situacionista, pero no es el caso.

Resumido muy escuetamente, se podría decir que World Press Photo es el resultado visual de la toma de conciencia sobre el mundo desde diversos puntos de vista. Es una puesta al día de la auténtica verdad, de lo que hay detrás, escondido y tantas veces silenciado de lo que queremos creer que es el mundo. Digamos que es ponerse frente a frente mirando a los ojos de la realidad al margen del atrezzo y los neones. Es el día a día de mucho de lo que sucede presentado en carne viva, sin piel, con la crudeza de ser tal y como es. Y verlo, saber que es así y que pasa de verdad nos cuesta a todos asumirlo, a pesar de la hipnosis en la que nos gusta refugiarnos para no ver.

Sin embargo, es muy fácil recorrer la exposición y ver a tu lado a algún visitante que se sobrecoge o vuelve la cara con los ojos vidriosos. Leer más

Otra vuelta de tuerca al branding

Pancho y Nino quedan todos los días para tomar un vino antes de comer, siempre en el mismo bar. Comparten una misma trayectoria vital, equipo de fútbol y el gusto por las tapas. Pero, sobre todo, hay algo que les une especialmente, y es su afición por el bricolaje. Los dos arreglan el parquet y hacen sus pinitos montando los muebles en cada redecoración de su hogar.
Son expertos aficionados. Ninguno ha escuchado ni leído nunca que el marketing se ha regido tradicionalmente por las cuatro “pes”, que son: producto, punto de venta, promoción y precio; y a las que J. MacEwen añade una quinta: el personal. El personal de una empresa debe creer en la marca para ser capaz de transmitirla con convicción a los consumidores.

Los dos amigos tienen instinto y utilizan el sentido común. Leer más

08:30 AM

Seguro que, a pesar de que vives muy cerca y de que se trata de un paseo agradable, hay días en que el frío o la lluvia no animan demasiado a ir andando al gimnasio, y no te queda más remedio que coger el coche. Una vez allí, como de costumbre, resulta que no hay sitio para aparcar. Milagrosamente, divisas un sitio libre, pero resulta imposible acceder porque que ya había alguien esperando con un coche enorme, tipo monovolumen o todoterreno, que, según haces amago de acercarte, te mira con gesto amenazante y un asomo de odio. Así que, resignado, aceleras en dirección al parking, donde siempre hay plazas libres, aunque llegues mojado al vestuario.
procastinación

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