La programación neurolingüística trata de mejorar nuestras capacidades a través del estudio de los patrones que utilizan los más hábiles en el desarrollo de una actividad. Digamos que, si identificas los patrones que utilizan los mejores y los aplicas, tú también mejoras. Joseph O’Connor y John Seymour definen la PNL como «el arte y ciencia de la excelencia personal». ¿Puede la gestión de marcas aprender y aplicar algo de esta disciplina? En mi opinión, la respuesta es sí.