Si te gustan los Chupa Chups, habrás observado lo bien que se ve el logo cuando coges el palito y miras el envoltorio desde arriba. Esto es consecuencia del trabajo de un artista para el diseño del logo de una marca; ese artista es Salvador Dalí. Uno de los hallazgos de su trabajo fue la forma de margarita y los colores que ensalzan la tipografía sobre el envoltorio. Pero podríamos decir que esta feliz unión es la consecuencia de una serie de aciertos que rodean a esta marca.

Chupa Chups y Dalí

Me refiero al buen hacer de Enric Bernat, que sacó el caramelo del molesto y engorroso juego de boca a mano de los niños para dotarlo de un palito para facilitar su consumo. También al hecho de tratarse de una marca cuyo naming proviene de la derivación del nombre original «Chups» y del «Chupa» procedente del jingle utilizado para promocionar la marca, y que, por el propio uso de la gente, acabó dotando a la marca de su nombre definitivo: Chupa Chups. Parece que este buen sentido que ya rodeaba a la marca adquirió una relevancia mayor cuando, ante la necesidad de una actualización de su diseño, apareció Salvador Dalí para aportar su genialidad y redondear la historia con el nuevo logo de una marca legendaria.

Si hay una imagen que identificaríamos a la primera con la imagen de un grupo que forma parte de la historia del rock, esta sería, sin duda, la lengua de los Rolling Stones. Quizá por ser tan icónica, su diseño ha llevado a la confusión y a una falsa atribución a Andy Warhol. Estoy seguro de que si preguntamos por sorpresa a los fans del grupo, la mayoría atribuiría el diseño a Warhol. Sin embargo, surge cuando los Stones crean su propio sello discográfico y el propio Mick Jagger encarga el logo al joven diseñador John Pascher. Parece que la confusión se origina por ser Andy Warhol el diseñador de la portada del disco Sticky Fingers, donde la famosa lengua fue incluida por primera vez. En este cúmulo de datos se produjo la falsa atribución, que en ningún caso resta calidad al trabajo del joven diseñador, ni mérito a un  símbolo universal de la historia del rock que se ha reproducido hasta la saciedad. Como nos recuerda Pablo Adán en su libro Rock Marketing: «Bandas como Metallica, Pixies, Iron Maiden, Red Hot Chili Peppers o Rolling Stones forman parte del grupo selecto cuyos logotipos se consideran patrimonio atemporal de la cultura rock. ¿Quién no los tiene en mente?».

Rolling

Victor Vasarely iba para médico y, aunque en algunos periodos de su vida trabajó como diseñador gráfico, ha pasado a la historia del arte como uno de los pioneros de la abstracción geométrica. Concretamente, su obra Zebra es considerada la primera obra del movimiento Op Art o arte óptico. Sin embargo, no es tan conocida su colaboración con la marca de coches Renault, para la que en el año 1972 diseñó un logo en el que desaparecía el nombre y quedaba definitivamente potenciado el rombo, cuyo diseño bebe de las mismas fuentes que la abstracción geométrica de la que el artista fue pionero.

Renault

Rombo, diamante o infinito estilizado, estoy seguro de que si cualquiera de nosotros piensa en un coche Renault, le viene a la cabeza este símbolo, lo que demuestra  que es otro ejemplo más de la buena sintonía y los buenos resultados de la colaboración de algunos artistas en el diseño de logotipos.